La más clásica de las grandes actrices de hoy

Para entender por qué a Cate Blanchett se la reconoce hoy con plena justicia como la más clásica de todas las grandes actrices de la actualidad hay que poner en juego la memoria y volver atrás diez años, cuando la estrella nacida en Melbourne tenía 28 años y convencía al mundo de su talento y su personalidad al asumir todo el peso de un papel de enormes exigencias.

Cuando apareció con su piel blanquísima y una presencia escénica de poderoso magnetismo sentada en el trono de Inglaterra como Isabel I no pocos auguraron que después de esa fulgurante presencia a la expresiva Cate ningún futuro papel importante en el cine, por comprometido que fuese, le quedaría grande. Y no se equivocaron.

Por esa primera aparición consagratoria en la pantalla grande (en Elizabeth , de Shekhar Kapur) conquistó su nominación inicial para el Oscar. Ahora, una década más tarde, la secuela de ese film le brindó a Blanchett una nueva oportunidad de obtener la codiciada estatuilla a la mejor actriz protagónica.

Ya sabemos que el premio quedó en manos de la francesa Marion Cotillard, pero el film no se quedó con las manos vacías: Elizabeth, la edad de oro , cuyo estreno en la Argentina anuncia UIP para el próximo jueves, obtuvo en la máxima noche de Hollywood el Oscar al mejor vestuario.

Y, en rigor, tampoco Blanchett vivió en el sentido más amplio del término esa misma sensación, por más que haya perdido en los dos rubros en los que aspiraba a un Oscar: mejor actriz protagónica por Elizabeth, la edad de oro , y mejor actriz de reparto por su muy elogiada caracterización de Bob Dylan en I m Not There , la película de Todd Haynes de incierto estreno en las salas locales.

Este último papel le brindó a la australiana una suerte de premio consuelo -aunque muy valorado, por cierto- en la noche previa a la fiesta del Oscar, el 24 de febrero, cuando en la entrega de los Independent Spirit Awards, el más importante encuentro del año para coronar lo mejor del cine independiente en EE.UU., la actuación de Blanchett en el film de Haynes resultó premiada entre las actrices de reparto.

Tan ligado a Australia estuvo este premio -Blanchett lo dedicó a la memoria de su malogrado compatriota Heath Ledger- como el reconocimiento extracinematográfico que recibió inmediatamente después. En su condición de directora artística de la prestigiosa Sydney Theatre Company, cargo que comparte con su esposo Andrew Upton, Blanchett encabezará por iniciativa del primer ministro Kevin Rudd un equipo integrado por las 100 personalidades más importantes, capaces e innovadoras de Australia para discutir el futuro de su país.

Nadie duda en Australia del compromiso patriótico y artístico de Blanchett, pero sí, de otro tipo de impedimento que pone en duda la presencia de la actriz en el encuentro: para mediados de abril se espera el nacimiento de su tercer hijo, noticia que se hizo más que visible en la fiesta del Oscar, cuando mostró su avanzado embarazo junto a otras dos estrellas en el mismo estado: Jessica Alba y Nicole Kidman.

Igual de patriótico, pero en este caso para Inglaterra, parece haberse orientado el enfoque de Elizabeth, la edad de oro , que Blanchett rodó a mediados de 2006 de nuevo a las órdenes de Kapur en vistosas locaciones británicas (castillos escoceses, especialmente) que le dieron junto al vestuario premiado con el Oscar un lujoso toque muy elogiado en ocasión del estreno del film. No tan ponderada, en cambio, resultó la visión política de los hechos narrados en este film, que giran en torno del momento histórico en el que Isabel I enfrenta a la poderosa armada española, enfrentamiento que se asocia en la película a una guerra religiosa entre la protestante Inglaterra y la católica España gobernada por Felipe II, circunstancia a la que no es ajena la presencia de la encarcelada María Estuardo (Samantha Morton).

En la visión de Blanchett, la película es tanto una fábula histórica como una mirada sobre aquellos tiempos "increíblemente densos y complicados, narrados según un proceso de selección que siempre incluye algunas cosas y deja de lado otras", según el punto de vista de la actriz. Al mismo tiempo, la trama se ocupa de la relación entre la reina y el aventurero Walter Raleigh (Clive Owen).

Más allá de la dispar recepción que tuvo esta película en el Reino Unido y en los Estados Unidos, y de algún rechazo en España, con Elizabeth, la edad de oro parece renacer el interés en la época histórica aludida en el film: para el 22 de mayo, está anunciado el estreno local de La otra , que muestra cómo las hermanas Mary y Ana Bolena -madre de Isabel I- se disputan el amor de Enrique VIII. Y para ese mismo día, se aguarda el estreno de Indiana Jones y el templo de la calavera de cristal , en el que Blanchett será una agente soviética, convertida en villana de turno. "No me pregunten sobre la película -remata Blanchett cada vez que se le pregunta sobre ese papel-. Había gente del FBI en el rodaje."

Fuente: La Nación